La levadura de cerveza es un fermento que procede de la descomposición del gluten contenido en la cebada; está constituido
por un hongo, conocido con el nombre de Saccharomyces cerevisiae.
Las levaduras son hongos muy pequeños, que solo pueden verse por medio de un microscopio.
Les gusta mucho alimentarse de azúcares, que transforman en otras sustancias y en anhídrido carbónico o CO2 en un proceso
que se llama fermentación.
Por esa razón, las levaduras se han utilizado desde hace miles de años en la elaboración del pan y de bebidas como el
vino y la cerveza.
Existen diversos tipos de levaduras que se utilizan en la gastronomía, tanto en preparaciones dulces o saladas.
Levadura fresca o prensada La levadura prensada es el producto obtenido industrialmente por la proliferación de microorganismos
de la fermentación en medios azucarados adecuados.
La ventaja sobre la levadura actual es que son cultivos seleccionados y el producto obtenido es mucho más uniforme. La
levadura prensada se presenta de color ámbar y si la presiona suavemente con los dedos se desgrana.
No tiene que presentar manchas.
Su aroma es relativamente ácido, no demasiado.
Para la preparación de masas dulces conviene realizar un fermento previo, es decir disolver la levadura en leche o agua
tibia o huevo.
Agregar una pizca de azúcar, mezclar y dejar espumar.
Levadura instantánea
La levadura instantánea o deshidratada se obtiene por deshidratación de las levaduras prensadas húmedas.
Se puede presentar en polvo o granulada.
Para utilizarla, colocar en un recipiente la harina y espolvorear con la levadura y mezclar para integrarla.
Se utiliza para masas dulces y saladas.
Es importante tener en cuenta que 10 g de levadura instantánea equivalen a 50 g de levadura fresca.
Levadura en polvo La levadura en polvo es ideal para regímenes, ya que contiene muchas propiedades como acido fólico y cinc.
Para tratar ciertas enfermedades espolvorear sobre la comida o disolverla en algún líquido.
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